Oh! Mi árbol de hojas caídas
triste y sólo te has quedado;
tus ramas están vacías,
ya los pájaros volaron.
La lástima te hizo verso
que se pinta en remembranzas;
muy seguro acabes muerto
lejos de tus esperanzas.
La savia se ha consumido
aspirada por el tiempo;
ya no te meces como antes
con el soplido del viento.
Árbol antes majestuoso
siempre creciendo y creciendo;
te arrasaron los otoños
para ungirte cual recuerdo.
Jorge Horacio Richino
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