Prendido en el azul de tu pupila,
vago cada noche extasiado;
profunda locura la que me invade
cuando no sigues a mi lado.
Yo te amo, tal vez
como nadie consiga hacerlo,
te sueño infinitamente mía
sin que a mí venga el sueño.
Tu sonrisa, es el paradero
donde habita mi paraíso;
un mar cuando despunta el día
o una galaxia en el infinito.
Tu olor, cual fragancia del ébano,
es el licor de mi delirio,
la brisa que viaja eterna
en las ansias de mis sentidos.
Yo te amo, tal vez,
como jamás he amado;
te sueño infinitamente tuyo
aun sin haberlo soñado.
Daría cuanto poseo;
la luz de todos mis días,
noches profundas de inspiración
y hasta el Ángel que me guía.
Daría el tacto y la piel,
¡Mis cinco sentidos!,
las tardes de cualquier verano
y los recuerdos vívidos.
Daría mi propio tiempo por saber,
si cuando me miras sin pudor
desnudado tu Iris al encuentro,
también lo que sientes, es amor..