Recorre la moza la verde pradera
llevando en su pecho de amor la canción;
y veo que mueve su hermosa cadera
con ritmo de tango, ¡que inspira pasión!
Despierta en el alma la bella quimera
del fuego divino de hermosa obsesión;
que vibra con fuerza con flama hechicera,
haciendo que nazca, ¡febril erupción!
Gozar su presencia con aires de diva,
es algo sublime que inspira escribir
el verso que nace, ¡con ritmo andaluz!
que logra encenderme con flama lasciva
en cuyos reflejos se puede vivir
postrado a sus plantas, ¡mirando su luz!
Autor: Aníbal Rodríguez.