No hay plena inmunidad contra este bicho, ni aquella tan ansiada de rebaño
que algunos auguraban hace un año
y es claro que han quedado en entredicho
políticos y doctos asesores.
No hay plena inmunidad con las vacunas,
y el virus sigue haciendo de las suyas,
si bien las consecuencias son menores
para los vacunados, salvo algunas
personas, como enfermos y mayores,
y cuantos rechazaron la vacunas
podrán arrepentirse entre estertores,
en caso de fallarles la fortuna;
nos ha jodido mayo con las flores.
© Xabier Abando, 27/12/2021