Que corta es la vida, que corta…
Así piensa el elefante cuando nos mira.
Así piensa el escultor que talla la lápida,
cuando fija en ella, para la eternidad,
nuestras fechas de vida.
Así nos recibe el tejo milenario de borondillo,
cuando con su sombra de veinte siglos,
protege nuestro descanso en medio del camino.
Así piensa el biólogo amante de la vida
cuando observa la pequeña medusa inmortal turritopsis,
o el pinus matusalen,
con casi 5000 años de vida.
Y así piensa el orangután de Borneo,
que por su corta vida en nosotros se mira…
Otros, sin embargo, no piensan lo mismo,
cuando el tiempo se mide con la vida…
Que larga es la vida, que larga…
Así piensa el pobre en su pobreza,
que nunca termina.
Así piensa el condenado perpetuo,
que espera y espera el último de sus días.
Así piensa la madre que ha perdido al esposo;
que ha perdido al único hijo;
que ha perdido hasta la esperanza de morir un día,
y no ha perdido la vida.
Frank Calle (27/ dic/ 2021)