Alegría y anhelo
.
Cuatro estrellas relucientes,
y con sus nombres bordados,
llenan de instantes dorados
mis recuerdos más presentes.
Son estrellas sorprendentes
que incluso alumbran de día.
Luminosa compañía
que llega hasta el infinito;
cuatro estrellas, Dios bendito,
para bien del alma mía.
.
Mas nostalgia también siento
a pesar de tanto brillo,
adioses en el pasillo
humedecen el momento.
Siempre libre el pensamiento
golpea como una espuela,
y ese dolor que se cuela
hasta llegar a los huesos,
quizá porque falten besos
que el alma también anhela
.
Fotografía y poema : Ramón Bonachí.