Me he cansado de quererte
entre la sombra y el silencio
y un renuente corazón frío
que mitiga sentimientos
como si un río llorará desmedido.
Porque allí las brisas pierden
el equilibrio de las aguas más
diáfanas que destilan contigo.
Aunque mis ojos despierten
en miles de tristeza, sé que escaparía
como gacela para volar y escuchar
una vez más el canto de las lluvias
y las aves sobre el mar.
Y no me cansado de quererte;
porque siento que mil llamas
arderían en el fuego de la soledad
que tal vez nunca se apagarán
porque mi amor perenne será...