Me deja el viento
los besos recogidos
entre tus labios.
Tú se los diste
en medio del silencio
y de la brisa.
Besos sinceros
cargados de inocencia
y de ternura.
Y así los guardo,
cerrando bien los ojos
en mi costado.
Vibra mi alma
sintiendo tus latidos
junto a los míos.
Quiero ese roce
que llega, cual caricia,
desde tu cuerpo.
Le pido al viento
que lleve, en su partida,
unos regalos.
Y van mis besos
y abrazos, con la brisa,
hasta tu lado.
Quiero que sean
el néctar que tú esperas
y que deseas.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/11/21