Quiero ser luz en tu vida
e iluminar tu sendero,
y darte la bienvenida
como la tarde al lucero.
Quiero ser el astro Sol
que te cobije del frío,
rotando cual girasol
en temporadas de estío.
Quiero tu boca, tus manos,
anhelo tu cuerpo todo;
ser calor en tus veranos,
ser en ti de cualquier modo.
De luz, ser ese rayito
que al refractar en tu piel;
sea en luces un ramito,
brillante como la miel.
Ser colibrí colorido
asomado a tu ventana;
un pajarillo atrevido
para tu bella mañana.
Ser estela de tus pasos
y agua que tus labios moja;
la calma de tus ocasos
y consuelo en tu congoja.
Ser hacedor de tu sueño,
siempre dispuesto a servir;
no pretendo ser tu dueño,
sólo contigo vivir.
Vivir para enamorarte
cada día un poco más,
y de deseos colmarte
sin cejar nunca jamás.
Finalmente lo que quiero
es saber si tú me aceptas;
pues juro, seré sincero,
y de intenciones correctas.
Jorge Horacio Richino
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