Valedelcaa

Un, dos, tres

Un minuto por mis ojeras presas

dos por mi seca boca

tres latidos porque ella sopla

mis manos humedecidas en promesas.

 

Un silencio por mi mente ruidosa

dos por mi alma andante

tres suspiros por mi mirada hacia delante

y uno más por mi sensatez laboriosa.

 

Un trago largo de vino frío y puro

dos no me bastan, es poco;

tres son suficientes, para dejar mi corazón al desnudo.

 

Un paso hacia atrás, es alejado

dos hacia delante, cercano;

tres faltan, para llegar a tu lado.