Se acaba el año y nuevamente... hacer un recuento:
Aprendí que las cosas que deseas se cumplen, pero no bajo tus expectativas;
que el amor no siempre está donde uno quiere y como uno quiere;
que el que pide tu ayuda normalmente va vestido de ingratitud;
que de quien menos esperas, es de quien más recibes sin esperar nada a cambio;
que la familia no es la consanguínea sino la que tu elijes;
que el querer sumar también implica restar;
que los años que se van, dejan huella en la piel y en el alma;
que el odiar no sirve de nada, mejor es dejar ir;
que nunca hay que dejar de creer y esperar,
y recordar... que el respeto y la confianza se ganan.