Josefina Barreto

¿HAS VISTO LLORAR A LAS PIEDRAS?

También ellas, a veces, se conmueven,

no te dejes llevar por la dureza

que muestran, como medio de defensa,

en su interior heridas hay, que duelen.

 

Suelen ser frías y pueden lastimarte

y a veces son motivo de tropiezo.

Pero son apariencias, sólo eso;

Igual, un buen ejemplo pueden darte.

 

Es de piedra el cimiento de la casa

que resguarda el hogar de quien la habita.

Y es un dique de piedra lo que evita

que el caudal del río desborde cuando pasa.

 

Y de piedra es la estatua de la plaza,

la lápida que guarda el cementerio.

Entre piedras se esconde algún misterio

que a ruinas milenarias se traspasa.

 

Cierto es, las piedras también lloran

gritan, sufren, se rompen en pedazos;

y se vuelven de piedra los abrazos

eternos de dos seres que se adoran.

 

Duras almas, si cruzan tu camino

ten compasión por ellas, te lo pido;

el desamor pudo haber endurecido

su corazón, volviendo piedra su destino.