También ellas, a veces, se conmueven,
no te dejes llevar por la dureza
que muestran, como medio de defensa,
en su interior heridas hay, que duelen.
Suelen ser frías y pueden lastimarte
y a veces son motivo de tropiezo.
Pero son apariencias, sólo eso;
Igual, un buen ejemplo pueden darte.
Es de piedra el cimiento de la casa
que resguarda el hogar de quien la habita.
Y es un dique de piedra lo que evita
que el caudal del río desborde cuando pasa.
Y de piedra es la estatua de la plaza,
la lápida que guarda el cementerio.
Entre piedras se esconde algún misterio
que a ruinas milenarias se traspasa.
Cierto es, las piedras también lloran
gritan, sufren, se rompen en pedazos;
y se vuelven de piedra los abrazos
eternos de dos seres que se adoran.
Duras almas, si cruzan tu camino
ten compasión por ellas, te lo pido;
el desamor pudo haber endurecido
su corazón, volviendo piedra su destino.