Estoy solo contigo
en un rincón.
No te conozco pero
sé quien soy
si me encuentro
perdido en situación
de las peores,
en una sinrazón
como no hubo otra
en días de oro.
Corta esta tensión
de hombre atado
a tanta cosa
como existe
a su alrededor,
embísteme con prosas,
apórtame redención
de estas esposas
que me tienen preso
como casi todos,
reflexiona lejos del foco
acerca del porqué
de esta obsesión
social ilógica
y entra entonces
en conciencia
de tu error
al ser tan tonto
y caer de nuevo
lo más pronto
en un agujero,
en la noche...