bonifacio

Tu piel siempre me acuna

Tal vez fueron tus besos los que armaron mis arpegios
quizás son sortilegios de mi corazón que ayuna
tal vez fueron las runas de propósitos en sextetos
que anudan
lo recóndito del verbo
sobre tus suaves dunas.

Por eso están salobres
los sabores que estimulan
ansiedades por quedarse con el cielo y con la luna
\'que brilla más que nunca
con tus besos siempre acordes
y aliados de fortunas

Después viene la calma en la simbiosis de figuras
que apaga el interior
y el fragor de esta liturgia.

Y llegan las palabras como singulares frutas
que han echo ya su agosto
y renace la hambruna
que quiere siempre más
pues tu piel siempre me acuna.