hatsu

Mi pesadilla

Ese terrible amanecer

que de mi cabeza 

no se puede desvanecer.


Desde la oscuridad 

dos luceros contemplando 

el cruel plañido 

de su ser amado están.

 

Horrible e insoportable pitido 

que puso mi vida en conmoción,

al oír cómo en breve instante 

el hermoso son de tu palpitación 

en mis brazos se desvaneció.

 

Como un rayo directo al corazón

fue tu muerte, que  cual 

cristal que con tanto esfuerzo creaste 

hoy tu ausencia en mil pedazos lo rompió.


Dejarte ir no puedo

pues con una soga 

tu alma a la mía uni 

en mis días me aferro a tus recuerdos

por las noches a tu lado me imagino

que duermo.