BROTES NUEVOS, VIEJOS RETOS
Te vas para no volver,
pero tu presencia queda,
grabada con un cincel,
en los restos de la hoguera,
la hoguera de las Historias,
y escritas sobre la piel,
tus inalterables huellas,
como grietas en la roca.
Quedan dolores atrás,
y rescoldos en las brasas,
también sonrisas y lágrimas,
nuevas canciones que hablan,
de heridas, que aún sin coser,
sangran cuál lava fundida,
temores que resolver,
y valores sin medida.
Se van quedando detrás,
recuerdos y fantasías,
las vidas que en su final,
dejan su impronta adherida,
al alma de los demás,
y entre héroes y heroínas,
quedan posos que algún día,
serán fructuosa semilla.
No vence el tiempo a la vida,
que nace de las cenizas,
que renace en las heridas,
que emerge como un volcán,
del mismo núcleo que grita,
y que no cesa en su afán,
de crecer en la tormenta,
de surgir como un cometa.
Gira como una veleta,
alejándose al final,
para dejar nuevas sendas,
y se cubren de maleza,
caminos ya transitados,
las renovadas promesas,
parece nuevas y frescas,
en el nacido año nuevo.
Recuerdos en el desván,
y besos como pavesas,
flotando en el temporal,
amores que se incrementan,
y deseos que se alimentan,
del fuego de la verdad,
y el corazón en el centro,
buscando donde anidar.
Un remanso, un recoveco,
un refugio, un santuario,
un acomodado lecho,
o un destello extraordinario,
un amor que sepa a verso,
y en los ojos unos labios,
que besen de corazón,
unas palabras de amor.
Se levantan nuevas cercas,
que hay que driblar y saltar.
Angel L. Perez ®
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31/12/2021