Alfredo Saez

-El Año Nuevo-

 

Dólmenes del culto solar en Stonehelge

Sentí que me dijeron

“se es Optimista

por convicción

y Pesimista

por razón”.

Para salvar la colisión,

dudas e incertidumbres,

venga un oxímoron,

auto confeso Escepticismo

de mi corazón.

 

Se va el viejo Año

febril viene el recambio

con virtual desengaño:

Cepas virósicas juegan

al intercambio.

 

No deben de preocuparnos

en el conteo de los años

los horóscopos del calendario

que solo bien los dispone

 cosmética la Astronomía.

Magos y zahoríes

danzantes se divierten

y no tildan ni las íes

sea el si  o  por el ¡sí!

Nos faltan filósofos en más,

que se murió el gran Bauman,

no tantos míticos chamanes

 se hacen los  osos

reptando como caimanes.

 

Los griegos y sus eras

arrancaban en la primera Olimpiada,

los cristianos en la primicial Navidad,

judíos por el Rosh Hasbaná

aniversario de Adán y Eva,

muslims en la Hégira hacia Medina

y los cavernarios padres prehistóricos

desde  impactos solares y calóricos

sobre el pétreo dolmen Stonehelge.

Retoque hubo

del Papa Gregorio…

hasta que el “Cambio Climático”

ya nos prepara novicias calendas.

¡Penurias nos traerán...

hasta el Apocalipsis Now!

No obstante confiamos

en la era del Nuevo  Sol 
anunciatura de  Inti y Pachamama

¡con  reformulación sanadora!