Fui la protagonista de tu historia
hasta que el mar destiló sus olas
como si una gaviota llorará por sus alas rotas.
Pero decae el amor que ni perenne sería;
ni sempiterno duraría, porque bastaría
una sonrisa para que mi corazón
despliegue la osadía de tu triste vida.
Y si fui la protagonista de las historias
que escribías mientras desaparecía
en un fin que tu pluma plasmaría...