evans

Essentia

Sentado al borde del camino,

Sobre una olvidada roca…

Observe la tierra roja que se

Mesclaba con el borde de mi alma.

Y escribí sobre ella.

 

¿U N S Y Q I O E?

 

Deshice los restos de polvo

Adheridos a mis dedos,

Sintiendo que mataba cada átomo

De mi esencia.

 

A lo lejos…

El todo y la nada,

Muy a lo lejos…

 

En eso pensé,

Algo que jamás podría

Explicar…

 

De pronto la lluvia…

Inherente al ocaso.

 

Hurgue cada vértice de

Mi genio.

Observe cada herida de mí

Continuo anhelo.

 

Aquello seguía escrito

En la tierra, casi ilegible.

 

Y fastidioso grite:

 

Grite hasta el amanecer…

 

De momentos lloré,

Sintiendo el tibio haz

Del alba.

 

Una vez sereno, volví a pensar:

 

¿Qué es lo que no veo?

 

Tenía hambre desde

Hace tiempo.

 

Hambre de un alimento

Eterno.

 

Mire aquello remarcado

Por mis dedos,

Y enfurecí.

 

Esta vez corrí,

Como un demente.

Hacia a aquello muy a lo lejos,

Que parecía el todo y la nada.

 

E indudablemente quedo aquello escrito

En tierra tan olvidado como aquella roca

En la cual estaba sentado.

 

Tan eterno como el alimento que

Anhelaba,

Tan simple como una línea,

En la infinidad.

 

Tan vacio y virgen como lo es.

 

 

 

     ¿Q U I E N S O Y?

 

 

                                                                     © Maximiliano José Cabrera