Sierdi

PRIMER DÍA SIN ELLA

 

Antes de contar la segunda oveja de la fría noche,

Mil kilos, de pesada quimera, aplastaron mi sueño.

Ella, entró, en mis pensamientos, para socorrerme.

Y todo fue alegría, me arrullaba, y yo, fui su dueño.

 

Ella, estirando sus brazos, al exterior de mis oídos,

Instaló un aviso de; ¡POR FAVOR NO MOLESTAR!

Y al amanecer, fue mi primer día de este nuevo Año.