POEMA DOS
Oiga señorita mía,
le voy a contar un cuento,
con unas frases tan leves,
que van flotando en el viento.
Una princesa tenía
de enemiga, a la tristeza,
era orgullosa y bonita,
como todas las princesas.
-Por lo menos en los poemas
de mi querido Rubén-
Era tierna, era buena,
era enojona también.
Una tarde la princesa,
se topó con la poesía,
¿Para qué voy a decirles
que esa poesía era mía?
Le pareció tan bonita,
que se puso algo celosa
y mordiéndose los labios,
se miraba más preciosa.
Tomó entonces la poesía
con sus manos elegantes,
se puso a jugar con ella,
tras de quitarse los guantes
y así estuvo un rato largo,
mi poesía, entre sus manos,
dando vueltas en el aire,
fingiendo que nos amamos.
Pero en un momento dado,
se fatigó de jugar,
dejando este poema mío
tirado en cualquier lugar.
Las princesas primorosas,
se parecen mucho a tí,
tienen poemas en YouTube,
son maestras... son así.
Tienen ideas muy vagas,
de lo qué es, el amor
y te hacen crear poesía:
Verso, perla, pluma, flor.