Estoy bloqueado por tí.
No sé cómo volver a escribir, mi corazón aún te guarda, pero mi mente solo me dice; ¡Basta!
ya no sé si me ames, seguramente lo dejaste de hacer ya hace mucho y yo, como el cursi que soy, sigo esperando nuestro reencuentro...
Tanto quiero escribir y él me obliga a callar.
Ahora me resigno donde en silencio te puedo cantar.