Eres lámpara del mundo
en la garganta de la tierra.
Eres esa: furiosa tormenta,
marea revuelta; cielo oscuro,
ira de Neptuno que impele
barcos contra piedras.
Eres en el alma un pulso
que en el corazón reverbera.
Eres esa: voluntad pétrea,
osada guerrera; cuerpo desnudo,
lanza y escudo de guerra
de inquebrantable fuerza.
Eres raíz, árbol y fruto
y de ti todo se alimenta.
Eres esa: llama perpetua,
luz que ciega; pájaro nocturno,
musgo y madera, eres esa…
sangre de mis venas.
Felicio Flores