Desde lo profundo
de mi noche,
me siento perturbado por
angustias, impaciencias, dolores...
Se asoman irreverentes...
Pretenden invadirme.
No quiero esta espera.
Silencio de soledad,
de suplicio, de sepulcro,
que instigan a mi alma
hasta la desesperación.
Con ausencia de palabras,
de pensamientos,
aguardo mi inexistencia;
oscuridad, calma;
ya... ya... ya...