“Al ego que, ahora, es fragmento.”
Alguien, de manera fatua
le erigió a López su estatua,
un horrendo monumento
que duró solo un momento.
En el Edomex, Atlacomulco,
de esa obra cuna y sepulcro,
cayó tan solo en dos días
tardan más las letanías.
De Amlo que siempre cita
que: “el pueblo, pues, pone y quita”;
hoy, tal máxima, diatriba,
se la hicieron efectiva.
La estupidez siempre escurre,
¿a quién diablos se le ocurre
monumental construcción
a tanto ego, a la presunción.
De un individuo que es vano
que no es de México hermano,
que en grave crisis lo tiene,
que con nada se sostiene?
Ese alguien, fulano de tal,
subió mucho el pedestal
lo subió a la pejenube,
cae más fuerte el que más sube.
Como caen los dictadores
por hojaldras y traidores,
me acordé de Husein “Satán”
cayó su efigie y tan tan.
Porque Dios así lo quiso
cayó el cuerpo por el piso
cayó, rodó su cabeza,
la libertad así empieza.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 01 de enero del 2022
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