No importan los
números de versos, si no existen los sentimientos, de que muchas palabras son llevadas por el viento y lo que no se lleva el viento, no siempre será cierto, de que existen palabras que por más subrayadas, las esperanzas son enmarcadas entre tonadas de ideas falsas.
Descubrí que el ayer, muchas veces no pierde la fe simplemente por el aroma de aquella tasa de café, con sabor a estación
del Ayer, y de que una palabra no acomplejada, borra a mil palabras acentuadas, en las personas equivocadas, de que un te quiero, suele ser Verso y no Verbo, mientras el interés éste de primero.
Ahora lo entiendo, de como Uno, menos Uno, el Cero suele ser primero, si cero son los sentimientos, en dónde mi amuleto, no siempre debe colgar de mi cuello.
Entonces, sigo hablando de sentimientos y de los números de versos, si para el tiempo, no soy más que un contratiempo.
Pero seré sincero, ya que mis versos
expresan lo que siento, y mis sentimientos
cuelgan de mi cuello como amuleto,
porque hambriento me siento de los comienzos...
No perdamos más el tiempo, que después del uno, siempre habrá otro turno.
HC