Abro los ojos y enfilo el nuevo día
el nuevo siglo, la nueva realidad
alfa y omega se abrazan cada noche
-cada latido es una cuenta atrás-
No hay calendarios, cronómetros ni pautas,
no hay más vereda que la que has de pisar,
no hay mas peajes que los que tu consientes
por dejadez, por tedio, por comodidad.
Tomo una ducha helada y me despejo,
me desayuno con música y con fe
con la certeza de que el futuro es mío
que he de luchar por mantenerme en pie
venciendo el miedo a lo desconocido,
a la rutina, al tedio y al ciempiés
que me corroe bajo la piel del alma
y no me deja ser quien quiero ser.
Salgo a la calle, me enfrento al laberinto,
lucho y escalo la Torre de Babel
grito y golpeo las puertas del Olimpo
pero los dioses no quieren responder
mas no desisto y seguiré intentando
cruzar el puente hacia la libertad
abrir las puertas que esconden un futuro
de plenitud, justicia, amor y paz.