Marian Lara

Yo, una rosa

 

Siempre creí ser una rosa,

 

delicada, vibrante,

 

inolvidable.

 

 

 

Siempre imaginé mi alma...

 

como un montón de pétalos

 

y a mi corazón...

 

como espinas inquebrantables.

 

 

 

Siempre, sonriendo,

 

con un aroma memorable,

 

floreciendo y soñando,

 

con mariposas rodeándome en primavera.

 

 

 

Yo, una rosa

 

de perecedera hermosura,

 

de armadura tentadora,

 

etérea.