Quiero llorar mi impotencia.
Proferir todas mis quejas
simplemente,
sin acarrearme sentencia
por esas nostalgias viejas
en mi mente.
Sigo viendo la misma obra
con distintos personajes.
Nada nuevo...
Sigue la misma zozobra,
los mismos robos y ultrajes
del medioevo.
Seco ya mis lagrimales
no puedo desahogarme.
Se han caído
verdades universales
y procuran arrastrarme
al olvido
Mírame firme a los ojos
¿Qué te puedo yo esconder?
¡No sé nada!
Quizás darte mis abrojos
y al fuego verlos arder
dulce amada.
W.M®