Lidia

EL MAR DE LA VIDA.

El mundo para cada ser que nace

es un mar, donde se aprende a batallar

porque hay que luchar para salvarse

y por instinto, se aprende a nadar

 

Volverse un gladiador es necesario

para poder salvarse en ese mar

que aunque nunca haya sido entrenado

pero para existir, tiene que luchar

 

Aunque sea un mar embravecido

cada ser, crea su mundo sin parar

y lo va a su modo diseñando

desde que su mente empieza a crear

 

Cada quien de su vida es su arquitecto

dibujando ilusiones sin cesar

pero a veces, se quedan en bocetos

muchas metas que se quieren alcanzar

 

Siempre se desea obtener lo deseado

 muchas veces, se obvian cosas sin pensar

que hay montañas de riscos escarpados,

los cuales impiden poder continuar

 

También se pueden encontrar abismos,

que obligan a tenerlos que esquivar

y así, lograr no caer al fondo

de donde nadie, puede a uno rescatar

 

Pero ese mar, que es siempre un torbellino

hace a veces, a cualquiera naufragar

y al sentirse, un náufrago y vencido,

sin fuerza y agotado, deja de luchar.