José Luis Barrientos León

Mi verbo

 

Espero confiadamente la resurrección de mi verbo

Detenido quietamente en la niebla del invierno

O recostado sobre nubes alimentando los sueños

Inclinando las sílabas para adorar los recuerdos

Formando palabras para describir las flores

O entonando sonidos que acompañen las aves

 

Quiero que mi verbo exprese palabras consonantes y agudas

Para revivir las montañas y cantarle a los ríos

Describiendo sublime el volar de mariposas

Hasta posarlas en el campo inundado de aromas

Un verbo silente que acaricia los cuerpos

Que desgarre las almas con susurros y anhelos

Y descubra los amores que encienden pasiones

 

Busco que mi verbo sepulte rencores

Que colme imágenes de espumas y mares

De vuelos supremos entre arboledas y flores

Que se pose en las rocas con las alas tendidas

Abrazando las pieles, estrechando latidos

Descubriendo los vientres entre sedas y olvidos

Inflamando los labios con besos furtivos

 

Espero reposado la resurrección de mi verbo

De un amen sin dogmas cuando se amamanten los hijos

Cuando se estreche la mano del amigo caído

O se ofrezca el hombro para el descanso y el llanto

Quiero sin pretextos descansar en un huerto

Aceptar la partida como un final sin asombro

Como un libro que concluye y se guardan los lentes

A la espera de un nuevo que descubra las causas

De un otoño perdido, de un amor que se ha ido

De una tierra que espera la simiente y el agua

Para germinar pensamientos y renacer en alientos