No hay curva tuya qué no sea interesante
No hay pellizco en tu persona que no resulte tentador
Cada detalle en carne que el cielo te concede
Son todas partes bellas de tu cuerpo, oh mujer.
El doblés de tu rodilla cubierta por la media
Tu mano juguetona y lo pulcro de tus piernas
El cielo nocturno que derrama por tu espalda
Tus ojos que si miran no dejan respirar
A toda tu ecuación le restamos que estás lejos
Que por lejana y desconocida es peor mirarte así
Que aunque me desespera saber que no te tengo
Es un gusto saludarte cuando pasas por aquí