Ed-win

Cuando sopla el viento

A nuestra madre
 tú la encontrarás
 en lo más profundo
 de tu sueño.
 Con tus manos,
 acaricias y recoges
 tus llameantes
 lágrimas húmedas,
 que han dejado de brillar.
 Asegúrate de atarlas
 cerca de tu corazón
 y como semilla ardiente
 una llama plantarás y 
  así ellas renacerán.
El viento revivirá
 tu corazón como si fuera
 una llama de carbón
 que nunca morirá.