Querernos en la distancia,
es de nuestro amor castigo,
yo voy soñando contigo,
e imagino tu fragancia.
Se perturba la constancia,
solo Dios es su testigo,
en el frío sin abrigo
y el placer sin importancia.
De este amor un juramento,
rimado en la poesía,
con pasiones desbordadas,
viven en la lejanía,
cultivando el sentimiento,
dos almas enamoradas.