YAZMANY

TE IMAGINÉ EN MI REALIDAD II

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Don Quijote podía imaginar 
sus aventuras 
yo imagino acariciar tu cintura
en una noche de dulzura
con satisfacción pura
en derroche hasta alcanzar el cielo,
donde tus labios sean la ambrosía  
y tu mirada la osadía 
que le hace falta a la mía.
Que tus caricias sean la utopía 
entre realidad y fantasía.
Que seas una dualidad filosófica,
una necesidad binaria, 
hasta cierto punto imaginaria;
pero realmente necesaria. 
Como en la mañana una plegaria 
como para la espada el fuego 
como el cuerpo para el alma 
oh un bastón para un ciego
paz entre tempestad oh calma.
Que cruces mi umbral 
y hagas mi ilusión real 
hasta ser esa persona ideal 
con quien pueda contar 
y contarle mis anhelos.