Pyck05

EL VIEJO ROBLE...

El viejo roble
guardaba mis secretos
celosamente.

En él quedaron
susurros veraniegos
que le ofrecí.

También suspiros
de pena y de tristeza
por mis deseos.

Pero, sin duda,
guardó mis alegrías
y mis sonrisas.

Porque las mismas
quería regalarlas
a otra persona.

Y esa eras tú,
mi linda mariposa,
cual Campanilla.

Te dibujé,
debajo de aquel roble,
en tantos sueños.

Allí entendí
las mil y una leyendas
que ambos vivimos.

Porque los sueños
de amor y de ilusiones
prendí en el roble.

Rafael Sánchez Ortega ©
15/11/21