La soledad se expresaba con acentos de sangre
Sin voz, sin sonidos, llenando el espacio de cenizas
Bautizadas de historias sin conciencia
Carente de gargantas, entre la oscuridad y las sombras
Se desplazaba por el tiempo,
Con sus ojos hundidos de heridas
Y sus pies sin tierra para posarse
Surgiendo sin lenguaje entre esqueletos de afectos
Colgados en las ventanas, mirando a la nada
Sin aire, vacilante, enferma, sin latidos
La soledad de abandono, de olvido, sin paisaje
Levanta su pelaje sobre las púas del alma
¿De dónde nacerán las palabras?
¿De dónde brotarán los colores?
Si el espíritu está cubierto de sombras torturadas
De dolores solitarios, sin amores
Como jardines sin flores, sin aromas
Oh soledad inquietante, quién sostiene tu existir
¿Por qué no duermes?
¿Por qué no mueres?