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a Sandra Valencia
Ella hace un ejercicio denodado,
por ir apurando un poco de su alma, bregando detrás de una, otra palabra, bordada cual si fuera un fino fleco.
Algún destello alguna vez nos ha mostrado, y de eso podemos ser buenos testigos,
el día en que entendió, tranquilamente,
el vasto tragediar de un padeciente.
Ella llena todos los espacios cuando está,
y vacía todos los vacíos... si se va.