En el viento me llegó la confesión
Que me querías
Y en mi mente surgió la confusión,
De que mentías
Fue una declaración de amor, fugaz
que el viento se llevó, como la trajo.
Herido se quedó mi corazón,
y el te quiero tatuado al pensamiento.
Iba desapareciendo la ilusión,
se arrancaba de raíz el sentimiento.
Así estuvo ausente la razón,
y todos culpan ahora al pobre viento.
Hoy vamos por la vida sin remedio,
tú no quieres amar para no atarte,
y yo vivo atada a tu recuerdo,
Y aquel fugaz te quiero que se quedó en el viento.