Te he querido en silencio
como las aguas corren
hacia el mar; como
las gaviotas vuelan sin cesar,
como las tormentas caen
sobre las arenas y los arboles dan frutos
donde menos lo esperas; como aquellos
corazones rotos que se cansan
de llorar por amores que
nunca alcanzarán.
Te he querido en silencio
cuando aún los poetas
escapan de la osadía,
y de los ríos que corren deprisa.
Te he querido en silencio
¡sí! porque a veces develar
cuesta amar y más si las mareas
sueñan despiertas por las olas
que nunca regresan...