Supongo que es un hábito de cadencia y esencia,
ser toda la vida un jugador de juegos de estrategia,
y por ende no creer mucho en la acción espontánea,
preferir pensar a veces con infinita parsimonia.
No se ven las cosas igual en caliente,
que después de pensar un tiempo silente,
casi nadie tiene nunca toda la razón, solo una parte,
es cuestión de analizar si el trozo de la tarta es escaso o muy grande.
Es extraña a veces la naturaleza humana,
la derrota es creo la parte más importante de la vida,
el fracaso es el aprendizaje más claro de voluntad férrea,
el éxito.., el ser humano casi nunca lo valora...
El éxito debería ser la autoconfianza,
la aceptación de la fragilidad y la diversificación continua,
la asunción perpetua de riesgos pequeños, medidos y calibrados,
no que te valoren, ni que te respeten, lo cual es... primordial y vital para muchos..🤔