A contemplarte a cada instante
me detengo, en mi recuerdo,
en mi alma.
A cada instante el reloj perverso
me atrinchera en mi abismo,
un mercenario valiente que a veces,
se arrodilla ante el miedo.
Maldito ese reloj que yo escucho,
que me sonríe delirante,
sin manillas, sin segundero,
que no corre,
maldito también el tiempo...
su aliado, su compañero
que me tiene aquí inmerso
en este mar de silencios.
Te quiero,
te quiero aunque sus letras
rechinen como dientes de acero,
te quiero, aunque mi razón
no consiga ser
más que un loco cuerdo.
Yo te amo por encima de la razón,
tal vez de lo correcto,
yo vuelo en las madrugadas
buscando tus anhelos.
Yo duermo siempre
con mi agonía despierto.
Te quiero,
te quiero por encima del tiempo,
de las razones, de los pensamientos,
de la lógica, de los mares
y del mismísimo firmamento.
Tal vez creas que no es cierto,
quizá, la duda te sumerja
en un largo desierto pero..
Yo te amo;
lo lanzo escrito y firmado
a los cuarto vientos,
yo te amo con todos mis sentidos
y a Dios le pido que mi amor..
Que mi amor se haga eterno.