A veces deseo entender al mundo, circunstancias en las que mi corazon es llamado al perdon, mientras busca el origen del mal en una leve equivocacion, un malentendido o cualquier disolucion que la oscuridad de ser incomprendida oculte en su logos. Y pues no es que no crea en la culpa o piense en que esta es merecida al objeto mas que al sujeto, aun cuando comprendo que mi corazon partido en mil sostiene las almas de un verso, como si verle sufrir no hubiera sido suficiente, ahora deseo que se cumpla mi meta de verle amar, aun que no sea conmigo.
Y desde ahi comprometo mis deseos, a un bien que suscita mociones en verso, con el fin de extender hacia un mas alla que no sea mas que otro entedimiento otro verso, otro universo que comprenda a un alma tras la mirada y un poco de mal entendidos que aun puedan sanar al ser iluminados. Ahi la escencia de cierta accion, la sustancia del perdon, en donde la herida, no es herida, sino un espacio ocupado por error.
Quisiera entender las miradas, las voces de sufrimiento que no cantan nada, deseo una vez encumbrar mi voz en letras, sonando al son de su oido, al son del reverso, mientras voy entendiendo que para usted decir aqui, es crecer desde alla, en donde aqui es su alla y su alla es mi aqui, como comprometiendo las perspectivas en enredos con el fin de manifestar mi parecer en las voces leidas de los muertos.