Desnuda la esencia
palpita tu equimosis singular
la nueva ofensa destruida
en el camino de la potestad mayúscula
donde se ofrendan reyes y ansiolíticos
descarga emocional de santos y evolutivos
genética primordial echada a perder
por santos aburridos y torpes
como el calor de la media tarde en un bar
donde todavía se medita la estival fortaleza
el cambio brusco de chaqueta
la operación ridícula, aquello que corrompa
a la fuerza, ese cinturón de estrellas, el compás
voltaico a deshora, la honrosa decapitación de todos
modos inesperada, funde en el deshielo
los granos de arroz, la frecuencia de un aro disperso,
la poderosa irrigación de los maternales infrecuentes,
el sumario tránsito que acude en voz al alma
y escancia sobre ella su turno de velocidad inestable.
Su palpitación desnuda como un rostro sobrevenido
en la pérdida de los materiales de obra, compás, manivela,
sueños, incertezas de la vida moderna.
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