En Gastado y usual Repertorio
como un Arte Silencioso
despunta el Alba.
Atrás se sumergió Desnuda
la Negra Noche
dejando las Sombras
que Disipan
la Oscuridad Crujiente
de un helado Firmamento...
Llegará el blanco Día
con sus Luces ámbar, Derramadas...
Sudor cálido de aquel Sol que dora
las rugosas pieles,
tan níveas.... tan Eternas,
y sin cábalas,
Estoicas, inauguran
un Espacio sin Reflejos
que se encarnizan como llagas
en mi Sangre....
No llorará mi lágrima
entre mis párpados sin Noche....
Somnolientos telones Apagados
llegarán a los Confines Indefinibles
de mi Alma Impenetrable...
Borrosas Brisas.
Sombras se desvanecen y disipan...
Y las indemnes Urnas de la Muerte
Acceden a la luz de aquella Estrella,
que me era Negado...
(Patricia)