APOCALIPSIS
Cuatro de los siete sellos
por Jesús son descubiertos,
y se desvela el secreto
de los jinetes del viento.
Vienen en sendos caballos
con diferentes misiones;
la muerte en caballo bayo
y hambre el negro, en aluviones.
El rojo es el de la guerra
mientras el blanco es misterio;
dejarán huella en la Tierra
que no la corta un sahumerio.
Ciertamente están aquí
por tanto que padecemos;
no los vamos a eludir
a pesar que lo intentemos.
Apocalipsis maldito
poco a poco arruinas todo,
y en un lapso que es finito
harás del planeta lodo.
Eres final de los tiempos
como luz de salvación;
eres devenir eterno
después de la destrucción.
Jorge Horacio Richino
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LEYENDA
En mil nueve veintidós,
muere un valiente torero;
con su garbo no hubo dos,
se llamó Manuel Granero.
Pocapena fue el astado
que puso fin a su vida,
fue un diestro muy arriesgado
de lidia comprometida.
Se fue con escasos años,
tan solo veinte tenía;
cuando el morlaco castaño
con las astas lo cogía.
Ay!... pena, pena penita,
Madrid se hundió en la tristeza;
la gente estaba marchita
al expirar tal grandeza.
A Valencia lo llevaron
sitio donde fue su cuna;
sus paisanos lo lloraron
por su muerte inoportuna.
Ay!... pena, pena penita
esto lejano quedó,
toda España envuelta en cuita
porque mucho le admiró.
Jorge Horacio Richino
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