Es cierto, aún no estoy listo. Creí que podía vivir sin ella, pensé que el tiempo ayudaría a sanar estás heridas que yo mismo me cause, pero no. La verdad es que solo prolongue lo inevitable, le di tiempo a lo que carecía de espera, mi vida se me fue con ella.
Ahora prefiero alejarme de todos y de todo, vivir lejos de aquí, ya no tener ningún tipo de contacto, pues mi corazón la busca y mi cerebro no hace nada por detenerlo.
Mi cuerpo le pertenece, he buscado en otro aroma y otro tacto lo que ya no tengo con ella. Lo único que he logrado es aferrarme más a su recuerdo.
Lamento quienes fueron parte de ese transe, quienes tuvieron que vivir bajo su sombra, quienes jamás conocieron mi corazón, y solo vieron una sonrisa tapando la tristeza.
Es que el corazón se manda solo, hubo un tiempo que pensé en dejarlo a un lado, que ya no funcione, que se olvide de su tarea y descanse. Hubieron pastillas y gotas sin prescripción, trataba de calmar este dolor. Luego seguí intentando con trabajo, ejercicio y estudio. Estaba dando resultado. Hasta hoy.
Te busque en mis pensamientos, te atrapé en un recuerdo, y volví a vivir ese sentimiento, te amo, y te amare toda la vida, sea larga o corta. Sea buena o mala, te amare toda la vida.
Algún día espero volver a verte y sentir que ya no me importas, sentir que te he superado, sentirme alegre de saber que ya no siento nada. Pero ambos sabemos que ese día quizá nunca llegue, porque estás en cada parte de mi que solo el final de mi existencia hará que te borres.
Jamás arriesgue mi integridad como lo hice en estos meses, jamás. Me dolió tanto todo, y te juro que quiero que regreses, me enamore tanto de ti, que lo único que llega a mi cabeza es verte. Pero verte feliz, verte regresar a mi, verte que me quieras y me ames, verte enamorada, verte en mi. Solo pido eso, y se que no será posible, ya no estás aquí, estás lejos y ya tienes a quien amar. Yo solo fui una mala página en tu historia.
Toque fondo y creo que sigo ahí, es que no puedo, creeme que no puedo. La única escalera eres tú.