y púrpura también es su sangre
o en sus venas vino corre
como corre el gran felino
sobre el que el caballero va erguido
Encabeza su alegre porte
senda alegre caravana: del Tíaso se trata
bacanal compañía de sátiros y ninfas
cantan las Ménades imbuidas en el éxtasis
que El Loco, Dionisio, confiere
Flamean morenos rizos
flamean como las ideas
izadas como banderas
que a ninguna soga sujetas
pronto el viento se las lleva
Tostado también el cuerpo
tostado por el camino
camino pronto recorrido, tan rápido va el tiempo
que ya todo se ha ido
y más pronto con el vino
pero nada está perdido
porque él ya vino:
El Caballero del Manto Púrpura
Y sin querer repetirlo, todo hay que decirlo,
no solo el color resalta del manto
sino que su nobleza se siente al tacto
suavizado por el roce de mil plegarias y llantos
y de proezas míticas se escuchan los cantos
Porta un báculo el caballero, para azotar al villano
se trata del tirso, de caña y pino armado
de uva decorado el fértil símbolo
de una viña que tiña de púrpura la tierra
tierra nueva, rebosante y sin guerra
¿Qué no florece regado con el néctar
del que se nutre el caballero de la púrpura niebla?
Una niebla que no cesa, ni abandona su lado
fiel es aquel humo, o acaso incienso sagrado
del impío nubla el sentido y enaltece a los piadosos
en el cobarde enciende valentía
y a los tristes infunde con alegría
la segunda capa, borrón etéreo, o acaso el aliento
de temible daemon
Baila noche y día, con notable compañía
pronto se vacían las urnas llenas de alegría
y también la luna, cambiante de arriba mira
las idas y venidas de las vidas que vivían
Renovados los ritos antiguos
interpretados los papeles
los bacanales portan máscaras
y en otros se convierten
renace el anfiteatro y se llena de historias
jóvenes o gastadas, para Olimpo y las Moiras
Tientan al destino los viejos héroes de antaño
y aunque sean grandes, pocas veces salen ganando
pero sí gana la audiencia y también los actores
tanto del cielo como de la tierra
disfrutan los espectadores
Resuenan los aplausos y terminan las obras
se retoman otras fiestas que buscan la misma gloria:
aumentar aún más la honra del Señor que Florece
Se renuevan sacrificios al Dador del Vino
y encanta sacra música al corazón del pío
poseídos los sentidos por pasión y desenfreno
se inician en los misterios siete miembros nuevos
y quién auspicia las ceremonias sino el mismo
El Caballero del Manto Púrpura
Renace cada vez, y bulle su sangre
el de la Doble Puerta, el del bramido que libera
ata con serpientes el hierofante su cabello
amansa con la mano al toro y al cordero
proclama desde el carro, tirado por panteras,
la grandeza del amo, el portador del fuego
Baco, el Catónico, hasta los muertos lo celebran
porque ¿Qué alma no alegra su porte y su figura?
si no hay odio que no apacigüe su trato y su dulzura
Si asesinos y asesinados en los Elíseos copa comparten
su conflicto también parte, pues con gran arte
Dionisio les imparte paz, locura y olvido
Y el olvido perdura, para que se renueve el canto
la astucia es aguda, del que pronuncia los encantos
cuando grita o murmura sacia toda hambre
El Caballero del manto púrpura
y púrpura también es su sangre…