Alexandra L

Corazón

 

Sabes del dolor profundo
de la soledad inmensa
del recuerdo atropellado
Y la indomable tristeza.

Sabes de noches a ciegas
de madrugadas vacías
de la tenue luz del día
cuando el alba se despierta.

De contemplar las estrellas
y la luna enamorada
de sentir la desgarrada ilusión
hecha pedazos.

Del exilio, de  ese abrazo
en brazos que  nunca llegan,
de la arrogante quimera
que a lo lejos te sonríe.

Quien se detiene y prosigue
después de cada silencio
de los más sentidos versos
esos que a la pluma escapan.

De arrancar día tras día las
hojas del calendario
sin reparar en la fecha,
ni como fluyen los años.

Sabes, sabes muy bien tu,
del engaño elaborado
el mentir más despiadado,
de la hipócrita sonrisa.

La carcajada sonora
cual cascada de agua helada
que deja caer  la burla
Justo cuando das la espalda.

Grandeza de corazón
de eso también tú conoces
y de aquel inmenso goce
que produce compartir.

Sin medida, dar así,
porque te nace del alma
brillar la verde esperanza
en un sencillo decir.

Ven dame tu mano, vamos
despertemos la emoción
alimentemos los sueños
corazón a corazón.