Me has herido con la flecha de cupido,
Tú solita me has herido.
Has clavado tus zarpas en mi pecho,
y ahora, no puedo vivir sin tu amor estrecho.
Me has herido con la flecha de cupido,
y ahora me siento mal-herido,
y no es por hacerme el afligido,
pero es que me has abatido.
Desde las profundidades de tu bestido,
hasta los exteriores de tus cachetes,
recorriendo tus ojos y tus mofletes.
Me has herido con la flecha de cupido,
y una vez decaído, ya llegando cupido
y diciéndome al oído: -\"Es toda tuya.\"
Ya puedo respirar tranquilo porque soy todo tuyo.
Y porque grito con orgullo que de ti me enamoré.